Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

El mesón

Mesón el Corralillo

Sobre nuestro restaurante

De guarda de vinos a asador...

Mesón  El Corralillo desde 1968. Antes de convertirse en restaurante, el edificio en el que se encuentra tenía una función diferente. Se utilizaba como lugar de guarda, almacenamiento y venta de vinos. En sus últimos años como despacho de vino, la gente compraba el morapio y se  traía su propia comida para disfrutarlo en la plaza que hay en su puerta, esto empujó a los propietarios a plantearse la idea de convertirlo en casa de comidas. La historia del edificio se remonta aún más atrás en el tiempo, lo que le confiere un encanto adicional.

En 1968, el edificio fue transformado en un mesón tradicional conocido como Mesón El Corralillo. Durante esta transformación, se hizo un esfuerzo por preservar su encanto histórico. Se tuvieron que retirar las cubas y así adaptar espacios para los comensales y se agregó una decoración acogedora que fuera con el entorno, se mantuvieron las características originales del edificio, lo que le confiere una personalidad especial.

El Mesón El Corralillo ofrece a los comensales una experiencia  gastronómica ancestral. Su carta, aunque corta, cuenta con las mejores materias primas seleccionadas por el maestro asador. Está  basada en la salvaguarda de las técnicas de nuestros antepasados, principalmente el lechazo asado en horno de leña y las chuletillas al sarmiento de vid. Además, el ambiente histórico del edificio seguramente agregará un toque especial a la experiencia culinaria.

Referente de maestros asadores

Mesón el Corralillo es más que un asador ubicado en el hermoso pueblo de Peñafiel, es un referente en el mundo del asado tradicional castellano. Su pasión y dedicación por mantener esa tradición les hace elegir minuciosamente sus corderos lechales, exigiendo las razas autóctonas que son la excelencia para unas texturas y sabores únicos. Lo que distingue a este mesón no es solo su experta preparación de lechazo asado, sino también su uso de un horno y una parrilla de leña tradicionales, utilizando sarmiento de vid que aportan un olor y sabor muy especiales. Su compromiso para preservar estas técnicas centenarias es un testimonio de su amor por su oficio y la cultura local. Al visitar Mesón el Corralillo, podrás inspirarte para apreciar y saborear la auténtica experiencia culinaria española.

El lechazo

El lechazo asado es un cordero aún sin destetar, por lo cual solo ha sido alimentado con leche materna, de ahí su sobrenombre de lechazo. Es el plato típico de la zona y nuestra especialidad.

En Mesón El Corralillo lo hacemos a la antigua usanza, horno moruno alimentado principalmente por leña de encina o pino albar, el agua, la sal  y el barro de su recipiente son los únicos acompañantes al sonido que guía al maestro asador. Tras 2 horas y media más o menos, se comprueba que la carne está en su punto y su piel está dorada y crujiente, es el momento de disfrutarlo. Para cumplir estas expectativas, el comensal debe ser paciente y esperar a que el maestro asador, considere que el cuarto de lechazo está ya listo para su disfrute.

                                                     ¿Por qué debo reservarlo con anterioridad?

Porque es un producto que debe comerse en el día. Al tardar tanto en hacerse y para conseguir un asado homogéneo, a partir de cierta hora no se puede añadir más cuartos de lechazo al horno. Si no lo reserva, con suficiente antelación es muy probable que no pueda disfrutarlo y se quede con las ganas, para evitarlo llámenos. 

                                                     

Ir al contenido